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Mostrando entradas de enero 30, 2011

La omisión por cercanía

Hay días en los que no me quiero ver al espejo. Aunque mis estimados lectores no lo crean, en efecto existen esas jornadas en que incluso yo, que soy reconocido entre todo tipo de damas como un rostro irresistible, un cuerpo escultural y de una caballerosidad magnética. Incluso yo, no me quiero ver al espejo algunos días. Podrá sonar falso pero la belleza también cansa y de tanto mostrarla va agotando al espectador. Me imagino que es precisamente esta causa por la que los habitantes de una ciudad no visitamos o siquiera conocemos los atractivos turísticos de nuestra propia ciudad. En algún tiempo de mi vida hice migas con una chica quien se vanagloriaba de viajar frecuentemente. Y en efecto, cuando le preguntabas la ruta de tren que había que tomar para llegar al centro de París ella respondía casi inmediatamente ante la mirada atónita de quienes escuchaban y cuya máxima experiencia turística consistía en ir en semana santa a Puerto Vallarta. Yo no me incluyo en ese grupo porque a

Las lesbianas y batman

Estaba contento porque ya me había hecho mi disciplina para las entradas en el blog. Desafortunadamente me vuelvo a atrasar nuevamente. Ustedes no están para saberlo ni yo para contarlo, pero la verdad es que cuando estoy en modo laboral, puedo escribir muy poco en el blog. No tanto porque no tenga tiempo (que no lo tengo) sino porque para el trabajo se necesitan otra clase de habilidades y la concentración para contarles algo no es una de ellas, así que la apago. Ustedes comprenderán que mi aporreada y solitaria neurona no está para andar haciendo más que una sola cosa a la vez. En estos días para diversión he estado pensando en la entrega de los Oscares, en que los que quisiera que ganaran no van a ganar y en que hay algunas películas que podrían ser consideradas como sorpresas. La película que me tiene algo consternado es The Kids Are All Right (Cholodenko, 2010) y no precisamente porque sea muy buena sino porque es una película mediana sobre un tema controvertido (por más natura

Las máquinas seductoras o sueños en desvelo

Hoy mi día no empezó en la parte nocturna de la mañana tal como el día de ayer. Eso de tener juntas a las 7am es uno de los tremendos daños de la globalización. Cuando los grandes pensadores económicos se imaginaron una sola economía compartida por todos los países en esta tierra. No se pusieron a pensar que en Asia están en otro horario y que no siempre están dispuestos a asumir el horario occidental. Así que sin ninguna especie de negociación las juntas con Asia se hacen en horarios nada amigables. Como la de ayer a las 7am o bien a las 11pm mientras uno anda buscando su pijama de los pitufos. Pero aún así tengo un sueño rezagado de varios…años. Uno podría pensar que son los hindús y los chinos quienes necesitan el trabajo y son ellos quienes deben de someterse a los designios de occidente. La verdad es que occidente se somete a los caprichos monetarios. Si el servicio te va a costar el triple por estar en tu huso horario pues prefiero develarme o desmañanarme por un precio más mó

Sismografía de la tragedia

No me gusta escribir de temas tristes, bastantes cosas nos suceden en nuestra vida cotidiana para venir a leer sobre otra más en un blog que se supone tiene que ser divertido. Sin embargo hace un par de días unos amigos sufrieron una pérdida terrible y a ellos dedico estas líneas. Ambos son personas magníficamente religiosas. No de las religiones de imágenes y ritos sino de una religión dónde les gusta enseñar lo que han aprendido e invitar a las personas para que conozcan a su Dios. Así fue como los conocí y ahora parece un recuerdo bastante difuso. De todos los que me pudieron haber visitado me visitaron ellos. De un carácter apacible y una bondad evidente siempre han hecho lo posible por resolver mis dudas y por hacerme ver que Dios se encuentra en todas partes. Han sido siempre una divertida compañía y un recordatorio amoroso de que Dios también une a las personas. Aún así confieso que sé poco de sus vidas. Pero su pérdida también me ha afectado. Las tragedias también están su

El insulto de lo expuesto

Ni yo le entendí al título del día de hoy, pero como tengo que escribir algo que incremente el número de lectores los títulos de las entradas tienen que ser difíciles de entender y a la vez llamativos. Es un trabajo difícil pero alguien tiene que hacerlo (ajá). La semana pasada en Apócrifo los escuchas quisieron hablar del Gore. A mí este género me desagrada aunque confieso que bien utilizado puede ser efectivo. Me desagrada porque generalmente en las artes lo explícito termina por agredir al espectador (¿alguien podría traducir esto al español por favor?). Es decir que cuando muestra TODO (así con mayúsculas) el arte muchas veces pierde su sentido. Y esto funciona así, no nada más con la sangre, sino con todas las cosas. Para mí el más grande ejemplo al respecto es la cinta El Bebe de Rosemary (Polanski, 1968). El protagonista del filme es un bebe harto maléfico. Es una presencia aterradora, escalofriante, delirante, pero nunca la vemos. Es precisamente este hecho, lo que hace al