Relativo

Dos series más en esta entrada: Hay otro guión interesante que puede o no convertirse en una buena serie de animación. Es producto de la mente febril de Asaura quien desde el 2008 sigue publicando Ben To (lo cual nos asegura que la animación quedará incompleta, punto menos). La historia es sencillamente genial. Cuando eres estudiante y vives solo una parte fundamental de tu vida es la comida. No tienes mucho dinero pero aún así tienes que comer. Pues bien, en Japón las tiendas de conveniencia o mini supers hacen comidas rápidas todos los días. Al atardecer, para recuperar algo de dinero, las tiendas rebajan a mitad de precio los platos que quedan del día. Dichas comidas son oro molido para los estudiantes y para cualquier otra persona con bajos ingresos pues son medianamente sabrosas y a muy buen precio. Sin embargo son tan codiciadas que Asasura ha creado toda una mitología a su alrededor y hasta un Club Escolar (¡faltaba más!), sus novelas pues, tratan de la rudas peleas que se dan e

Ahí van dos de un jalón. Guilty Crown El diseñador de Supercell Redjuice (videos e imágenes de Hatsune Miku) y Tetsuroo Araki (Kurozuka, 2008) se unen para hacer Guilty Crown. Este popular dueto cuenta además con la nada despreciable ayuda de Ichiroo Okouchi (Code Geass, 2006, entre otras muy buenas series) y Hiroyuki Yoshino (Macross Frontier, 2008, entre otras). Con este equipo creativo mis expectativas estaban por los cielos y se vieron reforzadas por un primer capítulo bien ejecutado. El clásico niño alienado que se enamora de la chica en problemas y después obtiene un poder fantástico con el que podrá demostrar sus buenos sentimientos mientras se sobrepone a sus debilidades y por supuesto conquista a la chica semi-autista. Hasta ahí todo iba bien. Es decir, nada innovador, pero ya sabemos que series como Eureka 7 (2005 con guión de Okuochi), la misma Shakugan no Shana (Watanabe, 2006), por mencionar solo dos, son historias a lo menos atractivas. Sin embargo al final del primer

Los vampiros ya no son lo que eran antes. Seres eternamente melancólicos, funestos caballeros misteriosos. Ahora los vampiros son algo más parecido a estrellas pop o héroes de acción que a otra cosa. Dance in the Vampire Bund (DVB, Baile en la Comunidad de los Vampiros) toma estas nuevas reglas y nos regala dos primeros episodios de una manufactura envidiable. El primero en el que parece que en realidad estamos viendo un programa de televisión y el segundo en dónde de alguna manera se rescata esa naturaleza romántica de los seres que aceptaron rendirse ante lo sobrenatural. Era difícil que toda la serie conservara ese nivel de sorpresa y narrativa efectiva. Si lo hubiera hecho posiblemente sería la mejor serie de vampiros de la historia. No lo hace. La historia narra la historia de Mina Tepes la reina de los vampiros quién está enamorada de Akira Kaburagi Regendorf (Akira para los amigos). Y comienza justo cuando los vampiros deciden hacer un país en una isla de Japón. Así pasamos d

Yashichiro Takahashi acaba de publicar el octubre el último volumen de su novela ligera Shakugan no Shana y no saben el gusto que me da que los estudios JC Staff (¡gracias Miguel por la corrección!) en un ejemplo de seguimiento que otros estudios deberían de imitar comenzará la tercera y última temporada de 24 episodios basada en las novelas. Takashi Watanabe repite en la dirección lo cual brinda cohesión a toda la adaptación. También me da gusto que los aficionados hayan comprado lo que podían comprar para incentivar a JC Staff para no dejar tirada la historia. Esta última fase comienza de manera inesperada que vaticina tragedia, lo cual no me agrada demasiado. Es decir, suficiente tiene el protagonista con saber que su verdadero yo esté muerto para que ahora vaya tener un fin lacrimógeno. Sin embargo se convierte en obligación para quienes ya vimos esa muy buena primera temporada (2005) y la no muy buena segunda (2007). Les pido humildemente a Takahashi y a Watanabe que después de ma