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Mostrando entradas de enero 2, 2011

Diciembre y Enero

Diciembre solía ser el décimo mes del año hasta que un par de emperadores romanos lo empujaron al 12. Me imagino que si eres lo suficientemente poderoso puedes obligar a la gente a que piense en ti por al menos 31 días durante unos 1000 años. Relativamente pensar en ti, porque pensaran en tu nombre o en una palabra que se parece a tu nombre pero no recordarán lo que hiciste ni mucho menos tu imagen. Así de difícil es querer entrar al inconsciente colectivo, puede hacerse pero la mayoría de las veces al costo de perderte a ti mismo. Sabemos el nombre de los meses pero no sabemos porque están ahí. La verdad yo ni quería hablar de esto pero el tema se me metió de repente. De lo que yo quería hablar es que diciembre aunque para muchos es un mes “familiar” es desafortunado en entretenimiento televisivo. Como las grandes cadenas piensan que los miembros de la familia están ocupados lejos del televisor, pues se aseguran de no avanzar demasiado en las series secuenciadas o incluso en las te

Fuera de la honestidad

Espero que les hayan gustado estas entradas sobre los sitios de citas. Debo confesar que me gustó filtrear con unas 10 chicas en estas semanas ¿a quién no le gusta? Pero todo tiene un principio y un final y esta diversión e investigación desde el inicio estaba destinada a una corta vida. Quizá por eso fue divertida, porque no la estaba tomando en serio. Ya quisiera verme echando mis sentimientos al azadón y siendo rechazado, o viendo como mi foto verdadera es ignorada una y otra vez. Eso no hubiera sido nada divertido. Pero nos sirvió, sacamos unas buenas conclusiones y sobre todo mi meta fundamental creo que se cumplió: advertir a mis generosos lectores sobre los riesgos y ventajas de estos sitios. Quizá ahora no lo necesiten pero creo que llegaron para quedarse y, a lo mejor, algún día ocupen de sus servicios. Ahora es momento de hablar del mundo y de este 2011 que estrenamos sin mucho bombo y platillo, por lo menos no como estrenamos al 2010 y ya no digamos al 2000. En un m

La incongruencia de la honestidad 6

Es muy probable que esta sea mi última entrada respecto a los sitios de citas. Creo que se puede decir mucho al respecto y he aprendido bastante sin embargo, eso será objeto de otros tiempos y otros escritos. La última reflexión que quiero hacer es relativa a mi papel en esta investigación. Lo primero es una disculpa a las chicas que me contestaron, la mayoría, atraída por fotos bien parecidas más que por cualquier otra cosa. Respondieron por su interés genuino pero se encontraron contra su voluntad en un experimento. En honor a la verdad, ellas fueron honestas, vanas y superficiales, pero honestas en esa superficialidad, y se encontraron con alguien que sin importar sus requiebros nunca iba a responder a sus propuestas. Esto tiene que ver fundamentalmente con el propósito de los sitios de citas, recordemos que el objetivo no es tener amistades virtuales sino conocer personas que acepten (hay que hacerlas que acepten) tener un encuentro con nosotros. El fruto del encuentro puede se

La incongruencia de la honestidad 5

Regresando a uno de los primeros puntos de los que hablamos cuando empezamos esta serie, creo que es prudente hablar de manera más detallada, del gancho de la primera impresión. Uno podría pensar que un sitio de encuentro virtual, dónde no importa cómo te ves sino como eres, tus atributos intelectuales tendrían preponderancia sobre las cuestiones físicas, sin embargo este es un craso error. Si tu perfil no tiene foto muy probablemente nadie se comunicará contigo, recordemos que el principal objetivo de los sitios de citas es encontrar a alguien para tener una cita en el “mundo real”. Así que la mayoría de los socios se sienten en el supermercado y sin pensarlo dos veces dan borrar a las fotos, o a la ausencia de ellas, con juicio certero y expedito. No importa si la chica que borraste ha sido voluntaria en África, tiene un doctorado en bioingeniería, y sacó adelante a su padre enfermo trabajando con honestidad desde que era pequeña. No importa para nada si su foto la muestra como un

La incongruencia de la honestidad 4

Cuando pagas la nada despreciable cantidad que cobran sin piedad los sitios de citas, las expectativas son muy altas. Nos es imposible hacer una reflexión concienzuda obnubilados por la falsa promesa del amor fácil, o por lo menos del amor disponible. No en vano, las fotos que aparecen en las promociones de los sitios nos muestran personas bellas y felices, y nosotros pensamos que ahí, entre esas fotos apiñadas se encuentra el amor de nuestra vida. Jamás nos ponemos a pensar que un chico o chica bien parecidos, no tendrán ningún problema en encontrar pareja en el trabajo, la escuela, en el bar o en el camión, por tanto su inscripción en sitios de internet será muy poco probable. ¿Quiénes se inscriben entonces? Obviamente personas menos atractivas físicamente y que tenemos que poner nuestras cualidades menos evidentes por delante (que dicho sea de paso son las más valiosas), así que si estabas esperando salir con Miss Universo es mejor que lo olvides. Las chicas que de acuerdo a los