Recomendaciones Otoño 2011 (Parte 3)

Ahí van dos de un jalón.

Guilty Crown
El diseñador de Supercell Redjuice (videos e imágenes de Hatsune Miku) y Tetsuroo Araki (Kurozuka, 2008) se unen para hacer Guilty Crown. Este popular dueto cuenta además con la nada despreciable ayuda de Ichiroo Okouchi (Code Geass, 2006, entre otras muy buenas series) y Hiroyuki Yoshino (Macross Frontier, 2008, entre otras). Con este equipo creativo mis expectativas estaban por los cielos y se vieron reforzadas por un primer capítulo bien ejecutado. El clásico niño alienado que se enamora de la chica en problemas y después obtiene un poder fantástico con el que podrá demostrar sus buenos sentimientos mientras se sobrepone a sus debilidades y por supuesto conquista a la chica semi-autista. Hasta ahí todo iba bien. Es decir, nada innovador, pero ya sabemos que series como Eureka 7 (2005 con guión de Okuochi), la misma Shakugan no Shana (Watanabe, 2006), por mencionar solo dos, son historias a lo menos atractivas. Sin embargo al final del primer capítulo revierten todo al mundo escolar, esa necedad que querer poner el destino de Japón en las manos de un salón de clases de preparatoria está más que comprobado que destruye incluso a la idea más brillante, por más esfuerzos que hagan los escritores el escenario nacional del Japón del siglo XXI no converge en una aula y los guiones terminan partiéndose a la mitad en el mejor de los casos. De Guilty Crown. en caso de no existir una vuelta de tuerca magistral, lo único que me queda esperar son escenas de acción y ya. Lástima de proyecto.



Tamayura: Hitotose
Uno de mis directores favoritos es Junichi Sato quien para muestra la temporada pasada colaboró en la realización de la hermosísima Ikoku Meiro no Kurowāze (las encrucijadas de un laberinto extranjero) que aún inconclusa fue de lo mejor de dicha temporada. Con todo y que es uno de mis consentidos por ser uno de los pocos directores y guionistas pensantes y humanistas de la industria se me hace que ahora si se le pasó un poco la emotividad y nos lanza con Tamayura: Hitotose a un mundo mucho más sentimental y lacrimógeno de lo habitual. Lo acepto me encantan las historias del corazón pero creo que esta serie va más allá de mi límite. Una niña cuyo padre muere decide tomar La fotografía como pasatiempo, lo hace buscando una forma de superar ese fallecimiento (pues su papá era diletante de este arte) y trata de ver el mundo ahora con ojos alegres en lugar de con tristeza. Así vive su vida con sus compañeras de escuela, con su hermano pequeño y con su madre. Juntos buscan una nueva vida dónde lo perdido no desaparezca sino que les permita enriquecer su vida sin ese sentimiento de ausencia, ponderando los milagros cotidianos de la vida como los grandes eventos que forjan la existencia. ¿No les dije? Se me hace demasiado, ojalá que en el transcurso bajen a un tono más común, cuando lo sentimental es tan frecuente es difícil que conmueva. Aún así tengo confianza en Sato, parece difícil pero la voy a seguir, si hay alguien que puede revertir esta tendencia es él.

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