Recomendaciones Otoño 2001 (Parte 4)

Dos series más en esta entrada:

Hay otro guión interesante que puede o no convertirse en una buena serie de animación. Es producto de la mente febril de Asaura quien desde el 2008 sigue publicando Ben To (lo cual nos asegura que la animación quedará incompleta, punto menos). La historia es sencillamente genial. Cuando eres estudiante y vives solo una parte fundamental de tu vida es la comida. No tienes mucho dinero pero aún así tienes que comer. Pues bien, en Japón las tiendas de conveniencia o mini supers hacen comidas rápidas todos los días. Al atardecer, para recuperar algo de dinero, las tiendas rebajan a mitad de precio los platos que quedan del día. Dichas comidas son oro molido para los estudiantes y para cualquier otra persona con bajos ingresos pues son medianamente sabrosas y a muy buen precio. Sin embargo son tan codiciadas que Asasura ha creado toda una mitología a su alrededor y hasta un Club Escolar (¡faltaba más!), sus novelas pues, tratan de la rudas peleas que se dan entre todos los que luchan por obtener esas comidas de descuento. Jamás hubiera pensando que tantas cosas pudieran suceder alrededor de las cenas a mitad de precio y vaya que ustedes también se sorprenderán.  El director es Shin Itagaki (Devil May Cry, 2007) y la composición de la serie por Kazuyuki Fudeyasu (Hajime no Ippo: New Challenger, 2009). Me parece una propuesta distinta, con mucha imaginación sobre lo que podría ser el honor, la tradición y el romance en el simple lance de comprar la comida con rebajas. Su éxito dependerá de que tan profunda puedan hacer la comparación entre la lucha y la vida y que tanto eviten el fan service. Por lo pronto junto con Mawaru PenguinDrum (Ikuhara, 2011) son lo más original que hay.

Otra serie que prometía en el primer episodio está basada en las novelas ligeras Boku wa Tomodachi ga Sukunai (No tengo muchos amigos) escritas por Yomi Hirasaka y que todavía se están publicando en Japón (lo que ya de principio nos augura que estará incompleta) con diseño de personajes de Buriki (los muy bonitos personajes de Denpa Onna to Seishun Otoko). La trama versa sobre un chico y una chica que no pueden hacer amigos y por tanto a ella se le ocurre hacer un club para hacer amigos (¡Oh grandiosa inspiración!). Mientras no hay fan service las cosas funcionan más o menos bien, es decir si omitimos la secuencia de entrada (que raya en el softcore), el primer episodio transcurre entre personajes bonitos y una trama bastante interesante. Sin embargo en el segundo capítulo nos enteramos que la subtrama es una especie de “amor de la infancia” lo que le pone al traste (“crea un daño devastador al argumento”, en correcto español) al polígono amoroso que seguramente se conformará más adelante, porque ya sabemos quién será la chica elegida por el chico quien, ¡faltaba más!, es mitad japonés y mitad inglés. Desafortunadamente el fan service se comienza a adueñar cada vez en mayor medida del cuadro y eso nos distrae (y distrae al equipo de animación). Si la serie pudiera enfocarse en la anécdota principal creo que podría dar para mucho: como hacer amistades en un mundo de apariencias y el significado de la amistad en la sociedad tecnificada del siglo XXI. Pero al director Hisashi Saitoo (Sora no Otoshimono, 2009. Hablando de Fan service) y al experimentado guionista Tatsuhiko Urahata (con portafolio que incluye Monster, 2004) en lugar de narrar su historia les da por poner más y más fan service. Mal, mal, mal. Esta serie me huele a promesa incumplida.