Artificial

A pesar de que la mayoría de las buenas películas tienen frases trascendentes es muy difícil que guarde para mi alguna. Las escucho y entiendo en su momento pero la mayoría de las veces las entiendo simplemente como parte de la trama, las disfruto y las dejo pasar. Hace años escuche una muy interesante en I, Robot (Proyas, 2004). El personaje que interpreta Will Smith odia a los robots y cuando se encuentra frente a uno diferente a los demás resulta que lo odia aún más. En una de las filosas conversaciones que los dos enemigos tienen Smith le reclama al robot que las máquinas no pueden “convertir un lienzo en una obra maestra” y el robot responde: “¿usted puede?”.


Creo que precisamente esa era mi opinión sobre el Vocaloid. El proclamar al ser humano como el único capaz de crear belleza por medio de la voz, transmitir sentimientos, dejar el alma. Un Vocaloid no puede hacer eso, pero ahí está la pregunta de robot: ¿puedo yo cantar mejor que un vocaloid? Hay dos respuestas a la pregunta.

La primera desde el punto de vista instrumental es que no. Necesitaría mucho tiempo de práctica para lograr los tonos y las tesituras que desbancaran a la actual tecnología del vocaloid. Por supuesto la tecnología también irá progresando, aunque supongo que no a un paso tan acelerado como puede hacerlo un ser humano que intenta aprender a cantar. Sin embargo desde este punto de vista el mejor cantante humano está muy, pero muy por encima del mejor vocaloid. Incluso hay malos cantantes que están por encima de las voces artificiales.

La segunda respuesta es relacionada con el sentimiento, y creo que aquí es dónde radicaba mi principal error con respecto a los vocaloids. A diferencia de la conversación con el Robot el intérprete sintético no es realmente una persona artificial tratando de expresarse o de ejecutar su programa. Es decir, no estamos frente a un cantante de silicio. El vocaloid es simplemente un instrumento musical y como tal necesita que una persona de carne y hueso lo interprete y por supuesto de los cantantes de carne y hueso que fueron usados para darle voz.

Desde esta perspectiva cuando un ser humano interpreta algún instrumento impregna dentro de dicha acción parte de su humanidad. No importa si el instrumento tiene cuerdas o piel o metal, el toque humano lo hace humano. En el caso del vocaloid resulta que el sonido resultante suena más o menos como la voz humana (porque humanos grabaron en él su voz) ¿y?, algunos instrumentos suenan como aves, otros más como llanto, otros más como risas. El vocaloid suena como voz.

Esta diferencia de percepción es muy importante porque nos permite apreciar este nuevo instrumento no como una copia inexacta y pobre de la interpretación vocal humana sino como un instrumento que les permite cantar a quienes no tienen voz. Comparar el vocaloid con la voz humana es como comparar un piano Yamaha con Andrea Boccelli. Son dos entidades totalmente distintas pero ambos capaces de hacernos sentir.

El problema del vocaloid es que su mercadotecnia no ha sido proyectada así, ¿alguien sabe cómo se llama la persona que lo toca? ¿Los cantantes que le dieron voz? El problema es que las ventas nos empujan a concebirlo como un “ser virtual” que “canta” cuando lo más honesto sería venderlo como artistas interpretando un novedoso instrumento musical en dónde se guardan las voces de aún más artistas. Pero aquí estamos nuevamente: el hombre tratando de embaucar al hombre y haciendo cosas malas que podrían ser buenas.

Estamos en contacto.

Comentarios

  1. "Incluso hay malos cantantes que están por encima de las voces artificiales..." y que mencionas a Bocelli xD.

    Personalmente creo que escuchando vocaloid no estamos buscando a un cantante o una gran interpretación, sino la novedad que ofrece la tecnología, el consumo masivo del producto y claro, pasarla bien haciendo delicias fantaseando con las idols virtuales xD.

    Es cierto que el arte tiene reglas, y creo que Vocaloid no va en contra de alguna de ellas.

    Saludos.

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