La incongruencia de la honestidad parte 2
A este punto me parece que el título que dramáticamente me inventé no cubrirá en su totalidad lo que he descubierto en este viaje por los sitios de citas, en este caso en partícular, creo que esta entrada debería llamarse "La mentira entre la honestidad" o algo de igual impacto mediático y poco significado inmediato.
Mi siguiente descubrimiento en el mundo de las citas por internet es de una naturaleza más oscura, y mucho más triste la anterior.
Un día recibes en tu bandeja de entrada, sala de llamados, o como quieran llamar a ese lugar dónde te escriben las chicas, una nota de una damicela. Por supuesto, siendo tan anormal como eres, es la primera o una de las primeras. Das clic en su perfil y realmente no tiene mucha información en lo referente a sus gustos pero tiene una larga introducción en dónde nos explica que es una chica sencilla, que ha tenido desiluciones amorosas pero está lista para intentarlo nuevamente, se muestra como una chica sencilla (¡por fin una!) que no juzga a un libro por la portada, y se muestra fuerte, interesante pero a la vez fragil y sensible. Parece la clase de chica que has estado bucando todo este tiempo, de esas chicas que "ya no hay" y estás en lo correcto.
Estas en lo correcto porque de esas chicas ya no hay y mucho menos en el sitio de internet. Practicamente al final de su descripción dice que su suscripción es gratuita y por lo tanto restringida, si te quieres poner en contacto con ella deberás hacerlo a su dirección de correo personal. Lo cual, está demás escribir, te importa un comino porque es la chica que has estado esperado. Vuelves a ver su fotografía y te das cuenta que no es una belleza cegadora, pero su sonrisa, sus ojos, su boca se muestran de una manera que expresa una belleza atractiva, es la clase de chica a la que, cuando conoces en carne y hueso, sería difícil decirle que no.
Sin embargo, ese punto que pasaste por alto, la cuestión de que quiere que la contactes fuera del sitio, es lo que debió de haber llamado tu atención. Por que esta chica (si es que de verdad existe) lo que realmente quiere es que pagues por entrar a sitios de internet dónde la podrás "contactar" realmente, dónde quizá la puedas ver desnuda o dónde podrás acceder a cualquier otro servició que medre con tu deseo genuino de búsqueda de amor al principio y con tu consupiscencia de la carne después.
Quizá esto quiere decir que no hay chica perfecta, o quizá tan solo signifique que debemos de dudar por omisión de la perfección repentina.Por otro lado dice mucho de nuestra condición humana el que haya un grupo de personas que se dediquen a "hacer" dinero engañando a personas que recurren a los sitios quizá como un último método de encontrar la geniuna pareja de su vida. Muchas de estas personas tienen una verdadera esperanza de encontrar al ser amado y de pronto se encuentran con un embaucador, que les roba no solo el dinero, sino esa esperanza que es una de las cosas más valiosas que tenemos los seres humanos. Dice mucho del mundo que haya personas que se dedican a traicionar la mejor partte del corazón de la humanidad.
Si entre la honestidad también hay engaño ¿cómo se puede ser honesto? Todavía creo que hay formas.
Estamos en contacto
Mi siguiente descubrimiento en el mundo de las citas por internet es de una naturaleza más oscura, y mucho más triste la anterior.
Un día recibes en tu bandeja de entrada, sala de llamados, o como quieran llamar a ese lugar dónde te escriben las chicas, una nota de una damicela. Por supuesto, siendo tan anormal como eres, es la primera o una de las primeras. Das clic en su perfil y realmente no tiene mucha información en lo referente a sus gustos pero tiene una larga introducción en dónde nos explica que es una chica sencilla, que ha tenido desiluciones amorosas pero está lista para intentarlo nuevamente, se muestra como una chica sencilla (¡por fin una!) que no juzga a un libro por la portada, y se muestra fuerte, interesante pero a la vez fragil y sensible. Parece la clase de chica que has estado bucando todo este tiempo, de esas chicas que "ya no hay" y estás en lo correcto.
Estas en lo correcto porque de esas chicas ya no hay y mucho menos en el sitio de internet. Practicamente al final de su descripción dice que su suscripción es gratuita y por lo tanto restringida, si te quieres poner en contacto con ella deberás hacerlo a su dirección de correo personal. Lo cual, está demás escribir, te importa un comino porque es la chica que has estado esperado. Vuelves a ver su fotografía y te das cuenta que no es una belleza cegadora, pero su sonrisa, sus ojos, su boca se muestran de una manera que expresa una belleza atractiva, es la clase de chica a la que, cuando conoces en carne y hueso, sería difícil decirle que no.
Sin embargo, ese punto que pasaste por alto, la cuestión de que quiere que la contactes fuera del sitio, es lo que debió de haber llamado tu atención. Por que esta chica (si es que de verdad existe) lo que realmente quiere es que pagues por entrar a sitios de internet dónde la podrás "contactar" realmente, dónde quizá la puedas ver desnuda o dónde podrás acceder a cualquier otro servició que medre con tu deseo genuino de búsqueda de amor al principio y con tu consupiscencia de la carne después.
Quizá esto quiere decir que no hay chica perfecta, o quizá tan solo signifique que debemos de dudar por omisión de la perfección repentina.Por otro lado dice mucho de nuestra condición humana el que haya un grupo de personas que se dediquen a "hacer" dinero engañando a personas que recurren a los sitios quizá como un último método de encontrar la geniuna pareja de su vida. Muchas de estas personas tienen una verdadera esperanza de encontrar al ser amado y de pronto se encuentran con un embaucador, que les roba no solo el dinero, sino esa esperanza que es una de las cosas más valiosas que tenemos los seres humanos. Dice mucho del mundo que haya personas que se dedican a traicionar la mejor partte del corazón de la humanidad.
Si entre la honestidad también hay engaño ¿cómo se puede ser honesto? Todavía creo que hay formas.
Estamos en contacto
Comentarios
Publicar un comentario