Deadman Wonderland (Cal 8)
Ganta es un niño común y corriente. Va a la escuela, hace su tarea, está enamorado, tiene grandes amigos, tiene planes. Las cosas como deberían ser. Sin embargo un día Ganta ve por la ventana del salón a un ser sonriente envuelto en una capa roja, y esa será su última visión de un mundo normal. Porque a partir de ese momento Ganta entrará más y más a un mundo más y más grotesco, confuso y cruel.
Por alguna oscura razón alguien urde un plan para que Ganta sea hallado culpable de asesinar a todos sus compañeros de clase y sentenciado a muerte. En el Japón en dónde se desarrolla la historia el sistema presidiario es diferente. Hay solo una enorme prisión que lleva el nombre del título Deadman Wonderland (La tierra de las maravillas de los hombres muertos) (Kataoka-Hatsumi,2007-2011). En una idea sorpresiva Jinsei Kataoka (creador del manga) convierte esa prisión en un parque de diversiones, para el mundo exterior esta cruel cárcel es un parque temático, con juegos mecánicos, espectáculos en vivo, concursos y mucha diversión. Aunque internamente los presos tengan que sufrir día y noche para conseguir unos dulces amargos que son la única cosa que los mantiene con vida. Un dulce significa 3 días más sobre el planeta, sin él la sentencia de muerte se cumple.
En este nivel la historia es suficientemente escalofriante, pensar en un niño que jamás ha hecho nada fuera de lo normal y de pronto está rodeado de criminales peligrosos, pero la cosa no queda ahí, porque parece que Ganta además de esta mala suerte es poseedor de un poder especial que llama la atención del director de la prisión y que hundirá a Ganta a un nivel mucho más escalofriante y terrible.
La historia pues, tiene lo suyo, sumergiéndonos a un mundo totalmente desquiciado y dónde es muy difícil que un niño pueda mantenerse lo suficientemente cuerdo. Pero incluso en la locura, existe la amistad e incluso en esta región revuelta existe la esperanza.
La historia va por ese lado, por el valor de los buenos sentimientos humanos incluso en los momentos más desesperados e incluso es capaz de brindar ciertos ratos de acción hematológica que no había visto en ninguna otra animación.
Siendo que el mangaka Jinsei Kataoka también fue el encargado de la adaptación al manga de Eureka 7 (Kyoda-Sato, 2005) no es coincidencia que Ganta sea una copia bastante fiel de Renton, así que lo original de la historia contrasta un poco con el molde más o menos común de los personajes.
Es difícil mantener la sorpresa por mucho tiempo así que el último tercio de la serie de 12 capítulos se entrega a lugares bastante comunes, por supuesto la serie es incompleta pues el manga todavía se sigue publicando en Japón y este es quizá uno de sus puntos débiles, pues veremos una historia truncada que sencillamente despertará nuestro interés pero no satisfará nuestra curiosidad.
Pero hay temas interesantes en el contexto, que ojalá se explicaran más a fondo en una segunda temporada, como la crueldad social que significa Deadman Wonderland, como la corrupción del gobierno en busca de poder y dinero, como el dolor de niños y personas utilizados como entretenimiento, como el manejo de las catástrofes convertidas en medios de obtener ganancias para unos cuantos. En fin, sobre como medrar con el sufrimiento de los demás simplemente porque son débiles. El coraje, la voluntad, la sangre: Deadman Wonderland.
Por alguna oscura razón alguien urde un plan para que Ganta sea hallado culpable de asesinar a todos sus compañeros de clase y sentenciado a muerte. En el Japón en dónde se desarrolla la historia el sistema presidiario es diferente. Hay solo una enorme prisión que lleva el nombre del título Deadman Wonderland (La tierra de las maravillas de los hombres muertos) (Kataoka-Hatsumi,2007-2011). En una idea sorpresiva Jinsei Kataoka (creador del manga) convierte esa prisión en un parque de diversiones, para el mundo exterior esta cruel cárcel es un parque temático, con juegos mecánicos, espectáculos en vivo, concursos y mucha diversión. Aunque internamente los presos tengan que sufrir día y noche para conseguir unos dulces amargos que son la única cosa que los mantiene con vida. Un dulce significa 3 días más sobre el planeta, sin él la sentencia de muerte se cumple.
En este nivel la historia es suficientemente escalofriante, pensar en un niño que jamás ha hecho nada fuera de lo normal y de pronto está rodeado de criminales peligrosos, pero la cosa no queda ahí, porque parece que Ganta además de esta mala suerte es poseedor de un poder especial que llama la atención del director de la prisión y que hundirá a Ganta a un nivel mucho más escalofriante y terrible.
La historia pues, tiene lo suyo, sumergiéndonos a un mundo totalmente desquiciado y dónde es muy difícil que un niño pueda mantenerse lo suficientemente cuerdo. Pero incluso en la locura, existe la amistad e incluso en esta región revuelta existe la esperanza.
La historia va por ese lado, por el valor de los buenos sentimientos humanos incluso en los momentos más desesperados e incluso es capaz de brindar ciertos ratos de acción hematológica que no había visto en ninguna otra animación.
Siendo que el mangaka Jinsei Kataoka también fue el encargado de la adaptación al manga de Eureka 7 (Kyoda-Sato, 2005) no es coincidencia que Ganta sea una copia bastante fiel de Renton, así que lo original de la historia contrasta un poco con el molde más o menos común de los personajes.
Es difícil mantener la sorpresa por mucho tiempo así que el último tercio de la serie de 12 capítulos se entrega a lugares bastante comunes, por supuesto la serie es incompleta pues el manga todavía se sigue publicando en Japón y este es quizá uno de sus puntos débiles, pues veremos una historia truncada que sencillamente despertará nuestro interés pero no satisfará nuestra curiosidad.
Pero hay temas interesantes en el contexto, que ojalá se explicaran más a fondo en una segunda temporada, como la crueldad social que significa Deadman Wonderland, como la corrupción del gobierno en busca de poder y dinero, como el dolor de niños y personas utilizados como entretenimiento, como el manejo de las catástrofes convertidas en medios de obtener ganancias para unos cuantos. En fin, sobre como medrar con el sufrimiento de los demás simplemente porque son débiles. El coraje, la voluntad, la sangre: Deadman Wonderland.
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