Reflexiones de Lunes
El lunes debería ser un día para reflexionar. Uno se debería de levantar a las 9am (aunque sea muy temprano) tomar un desayuno ligero y luego salir al jardín o a cualquier otra ventana que tengamos hacia mundo, para observar como la gente se apresura a su trabajo o a hacer cualquier otra actividad cotidiana en la semana que empieza.
Y es que ponerse a trabajar el lunes me parece totalmente fuera de lugar. Después de un fin de semana es imposible entrar de golpe al trabajo. Es como salir al frio intenso inmediatamente después de haber tomado una ducha caliente. En esas circunstancias extremas hasta se puede uno quedar impotente, me consta. Lectoras no os alarméis digo que me consta porque le pasó a un amigo quien me confió esta historia de la vida real para beneficio público. Es de todas conocido que mis artes amatorias se encuentran en plenitud en este momento de mi vida.
Decía pues, que el lunes se debería de trabajar nada más medio día. Entrar tarde el lunes a trabajar sería un progreso enorme en la administración laboral porque reduciría radicalmente el ausentismo, aumentaría la productividad y haría más felices a los empleados, mejorando así el clima laboral. Nos olvidaríamos de comer nuestro desayuno a la carrera e iríamos muy campantes silbando a horas decentes del día hacía nuestro lugar de trabajo, en lugar de ir maldiciendo nuestra suerte a las tenebrosas 6 o 7am que son horas en las que nada más la gente con conflictos mentales pueden salir los lunes.
De esta manera os propongo que se unan a mí en esta propuesta que elevaré a las más altas autoridades. Uno podría pensar que estoy preparando mi ponencia para la ONU, pero la verdad es que nadie los pela para nada. Y no podría esperar nada de los embajadores que ahí radican pues ellos si se dan la buena vida. Por lo tanto habrá que ir con Carlos Slim, con Bill Gates y todos esos verdaderos líderes mundiales para que implanten esas políticas revolucionarías en sus empresas y de esta forma el ejemplo se replicará en otras empresas menos afortunadas. Además que modestamente confieso son mis amigos personales.
Hace unos instantes le recomendaba a una querida amiga una canción de los Carpenters. Este dueto de los años setenta se enfocaba en una especie de balada country muy interesante y muy sensible. Eran un dueto Karen y Richard Carpenter aunque como la mayoría de las veces sucede la hermana era el centro creativo de la organización sin embargo Richard era el cerebro y a él se le deben la elección de temas que hicieron famoso al dueto.
Rainy days and Mondays escrita por Roger Nichols y Paul Williams fue uno de sus grandes éxitos. Esta canción dice así es su primera estrofa: hablando conmigo mismo y sintiéndome viejo/algunas veces quiero renunciar/nada parece encajar/solo vagando/nada que hacer sino fruncir el seño/los días lluviosos y los lunes siempre me hacen entristecer.
El éxito de esta canción demuestra que mi idea está predestinada para ser anexada a la lista los grandes descubrimientos del ser humano por arriba de los Agujeros Negros pero por debajo de la CocaCola. Digo tengo que ser modesto, eso de inventar un veneno que millones de personas alrededor del mundo pagan por consumir es obra de un intelecto mucho más allá de mis alcances.
Así que a partir de hoy inauguro el Movimiento Internacional Para Salvaguardar el Lunes. He dicho.
Estamos en contacto.
Y es que ponerse a trabajar el lunes me parece totalmente fuera de lugar. Después de un fin de semana es imposible entrar de golpe al trabajo. Es como salir al frio intenso inmediatamente después de haber tomado una ducha caliente. En esas circunstancias extremas hasta se puede uno quedar impotente, me consta. Lectoras no os alarméis digo que me consta porque le pasó a un amigo quien me confió esta historia de la vida real para beneficio público. Es de todas conocido que mis artes amatorias se encuentran en plenitud en este momento de mi vida.
Decía pues, que el lunes se debería de trabajar nada más medio día. Entrar tarde el lunes a trabajar sería un progreso enorme en la administración laboral porque reduciría radicalmente el ausentismo, aumentaría la productividad y haría más felices a los empleados, mejorando así el clima laboral. Nos olvidaríamos de comer nuestro desayuno a la carrera e iríamos muy campantes silbando a horas decentes del día hacía nuestro lugar de trabajo, en lugar de ir maldiciendo nuestra suerte a las tenebrosas 6 o 7am que son horas en las que nada más la gente con conflictos mentales pueden salir los lunes.
De esta manera os propongo que se unan a mí en esta propuesta que elevaré a las más altas autoridades. Uno podría pensar que estoy preparando mi ponencia para la ONU, pero la verdad es que nadie los pela para nada. Y no podría esperar nada de los embajadores que ahí radican pues ellos si se dan la buena vida. Por lo tanto habrá que ir con Carlos Slim, con Bill Gates y todos esos verdaderos líderes mundiales para que implanten esas políticas revolucionarías en sus empresas y de esta forma el ejemplo se replicará en otras empresas menos afortunadas. Además que modestamente confieso son mis amigos personales.
Hace unos instantes le recomendaba a una querida amiga una canción de los Carpenters. Este dueto de los años setenta se enfocaba en una especie de balada country muy interesante y muy sensible. Eran un dueto Karen y Richard Carpenter aunque como la mayoría de las veces sucede la hermana era el centro creativo de la organización sin embargo Richard era el cerebro y a él se le deben la elección de temas que hicieron famoso al dueto.
Rainy days and Mondays escrita por Roger Nichols y Paul Williams fue uno de sus grandes éxitos. Esta canción dice así es su primera estrofa: hablando conmigo mismo y sintiéndome viejo/algunas veces quiero renunciar/nada parece encajar/solo vagando/nada que hacer sino fruncir el seño/los días lluviosos y los lunes siempre me hacen entristecer.
El éxito de esta canción demuestra que mi idea está predestinada para ser anexada a la lista los grandes descubrimientos del ser humano por arriba de los Agujeros Negros pero por debajo de la CocaCola. Digo tengo que ser modesto, eso de inventar un veneno que millones de personas alrededor del mundo pagan por consumir es obra de un intelecto mucho más allá de mis alcances.
Así que a partir de hoy inauguro el Movimiento Internacional Para Salvaguardar el Lunes. He dicho.
Estamos en contacto.
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