Recomendaciones Primavera 2012 Parte 1
He aquí Damas y Caballeros las esperadas recomendaciones Subtiempo primavera 2012. Agárrense fuerte porque ahí vamos:
Ozuma
¿A ustedes les sorprende que esta sea la primera recomendación? A mí, en lo absoluto. Cuando uno de los creadores de animé más importantes de la historia hace una nueva obra, me parece que lo prudente es callar y verla. Leiji Matsumoto (Queen Millenia, 1984) vuelve después de varios años a la pantalla chica y con esta obra que intenta, nada más para empezar, romper con la idea que tenemos de la navegación, porque en esta ocasión las batallas navales (uno de los sellos del maestro) no se llevarán a cabo ni en el mar ni en el espacio, serán ¡en la arena! Al mejor estilo de Dunes (Frank Herbert, 1966). Me duele un poco que haya cambiando a su prototípica Rubia Misteriosa por una chica de enigmático cabello azul, pero no creo que tenga mayor relevancia. Matsumoto-sensei nos vuelve a hablar de la guerra, del honor, de la valentía, de la honestidad, temas que parecen no pasar de moda. Habrá quien diga que el diseño de personajes por más que está renovado parece de los 70s, y quizá no estén equivocados, pero eso no importa las historias y los personajes del maestro poco a poco tendrán toda nuestra atención. Infaltable ver esta historia de guerra en una futura tierra dónde el sol ha secado las aguas y los humanos luchan por sobrevivir en ese ambiente adverso, y a pesar de los tiempos difíciles todavía guardan en ellos los valores y virtudes que los mantienen siendo humanos. Hay que verla.
Sakamichi no Apollon
Cuando uno de los directores más exitosos de la última década hace un nuevo animé, vale la pena verlo. Cuando ese director resulta ser un experto en armonizar la música con las imágenes (una especie de Noboru Ishiguro contemporáneo) y esa nueva animación tiene como tema central el Jazz, hay que verlo. Cuando la compositora de la música es una de las más famosas en Japón en los últimos años, es una obligación ver esa animación. Y todo eso se conjuga en Chicos en la colina. La dirección de Sinichiro Watanabe (Samurai Champloo, 2004), la música de Yoko Kano (Cowboy Bebop, 1998) y el tema del Jazz. La trama gira alrededor de dos estudiantes que pudieran parecer muy distintos el uno del otro pero además de la chica (siempre las mujeres), los une el Jazz. No creo que esta animación tenga desperdicio, el Jazz de Kano no es lo más original del mundo pero es buena música. Watanabe se ha ganado un lugar de honor entre los directores contemporáneos y si decidió llevar a la animación el manga de Yuuki Kodama (que por cierto terminó de publicarse apenas este año) por algo será, y por ese mismo algo, como decía arriba, si nos preciamos de que nos gusta la buena animación habrá que ver esta.
Ozuma
¿A ustedes les sorprende que esta sea la primera recomendación? A mí, en lo absoluto. Cuando uno de los creadores de animé más importantes de la historia hace una nueva obra, me parece que lo prudente es callar y verla. Leiji Matsumoto (Queen Millenia, 1984) vuelve después de varios años a la pantalla chica y con esta obra que intenta, nada más para empezar, romper con la idea que tenemos de la navegación, porque en esta ocasión las batallas navales (uno de los sellos del maestro) no se llevarán a cabo ni en el mar ni en el espacio, serán ¡en la arena! Al mejor estilo de Dunes (Frank Herbert, 1966). Me duele un poco que haya cambiando a su prototípica Rubia Misteriosa por una chica de enigmático cabello azul, pero no creo que tenga mayor relevancia. Matsumoto-sensei nos vuelve a hablar de la guerra, del honor, de la valentía, de la honestidad, temas que parecen no pasar de moda. Habrá quien diga que el diseño de personajes por más que está renovado parece de los 70s, y quizá no estén equivocados, pero eso no importa las historias y los personajes del maestro poco a poco tendrán toda nuestra atención. Infaltable ver esta historia de guerra en una futura tierra dónde el sol ha secado las aguas y los humanos luchan por sobrevivir en ese ambiente adverso, y a pesar de los tiempos difíciles todavía guardan en ellos los valores y virtudes que los mantienen siendo humanos. Hay que verla.
Sakamichi no Apollon
Cuando uno de los directores más exitosos de la última década hace un nuevo animé, vale la pena verlo. Cuando ese director resulta ser un experto en armonizar la música con las imágenes (una especie de Noboru Ishiguro contemporáneo) y esa nueva animación tiene como tema central el Jazz, hay que verlo. Cuando la compositora de la música es una de las más famosas en Japón en los últimos años, es una obligación ver esa animación. Y todo eso se conjuga en Chicos en la colina. La dirección de Sinichiro Watanabe (Samurai Champloo, 2004), la música de Yoko Kano (Cowboy Bebop, 1998) y el tema del Jazz. La trama gira alrededor de dos estudiantes que pudieran parecer muy distintos el uno del otro pero además de la chica (siempre las mujeres), los une el Jazz. No creo que esta animación tenga desperdicio, el Jazz de Kano no es lo más original del mundo pero es buena música. Watanabe se ha ganado un lugar de honor entre los directores contemporáneos y si decidió llevar a la animación el manga de Yuuki Kodama (que por cierto terminó de publicarse apenas este año) por algo será, y por ese mismo algo, como decía arriba, si nos preciamos de que nos gusta la buena animación habrá que ver esta.
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