Ro-Kyu-Bu! (Cal 7)

Pues ya que en entradas recientes he estado muy enfocado al sello editorial Dengeki Bunko me voy de lato con esta serie que se podría traducir más o menos como “Rompimiento Rápido” (2011) o Fast Break. Como ya lo habrán identificado los doctos en el tema la serie trata acerca del basketball.


La premisa fundamental de las novelas ligeras de Sagu Aoyama tiene su mérito. Un chico que ansia vehemente jugar baskeball a nivel preparatoria se topa con la sorpresa de que el equipo representativo de su prístina escuela ha sido castigado a un año de inactividad porque su capitán se vio involucrado en un escándalo de perversión de menores (a las cosas hay que llamarles por su nombre).

El chico de marras se encuentra decepcionado del deporte, debido a este suceso extra cancha, cuando su tía de una forma u otra hace que se convierta en entrenador de una quinteta de niñas de primaria. El preparatoriano encuentra entonces motivación en la dinámica de las chicas y se vuelve a reencontrar con el basketball. Ahora bien ¿qué tan buena idea será que un adolescente sea el entrenador de un grupo de chicas pre-adolescentes?

Mientras la historia se mueve en el ámbito de la inteligencia creo que tiene muy buenos puntos. Por ejemplo el hecho de ganar no es lo más importante sino compartir experiencias con nuestros amigos con quienes tenemos en común un interés genuino en algo tan positivo como el deporte. También tenemos la maduración paulatina de las niñas a través de un proceso en ocasiones simpático y en otras doloroso. También se habla sobre como los niños son capaces de hacer renacer, con su inocencia, la esperanza en las personas mayores. Y por supuesto un recordatorio siempre necesario de que el deporte es diversión y no la ambición inamovible del triunfo permanente.

Todo esto está muy bien, sin embargo me entristece que para ponerle humor al argumento no se les ocurra otra cosa que añadir escenas de las niñas en el baño, o de su acercamiento con tintes románticos a su entrenador. Es decir, es muy real y muy normal que una niña de primaria se enamore de un chico mayor, pero ese amor en su mayor parte platónico nada tiene que ver con el amor salaz de los adultos con el que erróneamente coquetean en la serie. Esto está pésimo y derrumba el nivel intelectual que el argumento pudiera llegar a tener en algún momento.

Los 13 capítulos son dirigidos por Keizou Kusakawa, quien ya tenía experiencia en temas semi-infantiles (Magical Girl Lyrical Nanoha StrikerS, 2007), están bien narrados sin embargo me parece que la composión de la serie en general de Michiko Itou (Doki Doki School Hours, 2004) deja mucho que desear precisamente porque permite esa objetivización de las niñas lo que pone en duda su catalogación como una obra artística honesta y de principios.

De cualquier manera la serie tiene su parte de interés y aunque el basketball es el pretexto, en realidad el 80% de la trama se encuentra fuera de la duela. Lo interesante se da en la historia de cada una de las pequeñas, en sus sufrimientos y sus éxitos. Y en la anécdota que nos enseña que si hacemos algo con gusto y con pasión más allá de obtener victorias obtendremos felicidad y ya de pasada uno que otro triunfo también.

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