Kami Nomi zo Shiru Sekai (Cal. 8)

Otagame es la abreviación de Otaku no game, o en español Fanático de los juegos. El otagame protagonista de esta serie se autonombra El dios de las conquistas. Porque su especialidad son los juegos de citas y no ha habido una chica virtual a la que no haya podido conquistar, un juego que no haya podido terminar, un reto que no haya sido ganado. El tipo vive en su propio universo, come, respira, transpira juegos. Asiste a la escuela pero no tiene otro amigo más que sus múltiples PSPs (consola portátil de Sony) y el resto del día se la pasa en su casa jugando con otras consolas. Su fama es totalmente merecida. Los chicos siguen su página de internet con devoción. Es un dios en su propio universo, el universo Ideal como él lo llama. Su mamá lo mira con preocupación, sus maestros se han rendido. Los juegos son su vida.


El mundo sobrenatural, sin embargo, tiene su propia agenda. Un infierno “reformado” cuya meta es la estabilidad y el bien, ha mandado nuevos demonios a la tierra para capturar espíritus malignos que se han escapado del inframundo. Uno de estos demonios es Elsie, quien a pesar de tener cientos de años se ve como una chica olvidadiza de 15, de actitud positiva y obnubilada por los camiones de bomberos. Los espíritus fugitivos se esconden en las brechas que existen en los corazones de los humanos. Ese espacio que queda entre un anhelo y la frustración. Es decir, cuando soñamos con algo que nos es imposible alcanzar por distintas causas. Elsie intenta llenar esa brecha con amor de esta manera el espíritu no podrá esconderse más en el corazón y ella podrá atraparlo. Si un espíritu permanece mucho tiempo en un corazón inestable, el huésped puede quedar afectado permanentemente y lo peor el espíritu puede volverse muy poderoso y causar daños terribles.

Para cerrar las brechas y atrapar a los espíritus, Elsie no duda en obligar a nuestro otogame a firmar un contrato sin darse cuenta de que si existe una persona incapaz de brindar amor a una chica en el mundo real es precisamente este chico a quien el mundo real no le interesa. Cierto, es el dios de las conquistas y no existe una chica a la que no haya podido conquistar pero Elsie omite el mínimo detalle que son chicas virtuales, chicas de juegos.

Y aquí empieza una historia que enfrentará a nuestro protagonista contra lo real. Si bien las cosas pueden predisponerse en cierta forma para que funcionen, la realidad siempre tiene escondidas sorpresas y contratiempos. The World God Only Knows (El mundo que solo dios conoce) no debe verse como un elogio a los otogames, no es una obra que exprese que si un fanático de los juegos se decidiera a enamorar chicas en la vida real tendría un triunfo inobjetable. Tampoco debe verse como una invitación a encerrarse en el mundo virtual. Creo que no es su objetivo y ciertamente no lo hace. The World God Only Knows debe verse como una forma interesante de entender a las conquistas amorosas; muy en el contexto parecen más juegos de ajedrez que expediciones sentimentales; como una lucha entre alguien que no quiere a la realidad pero esta no lo deja libre y que esta realidad, muy a pesar del protagonista, es más emocionante, como una exposición clara de que el amor (en la realidad) quizá no lo puede todo pero sí es lo que nos hace felices y completos. Y ya con esto creo que vamos de ganancia. Por supuesto el guión está escrito desde el punto de vista masculino. No creo que muchas chicas encuentren esparcimiento en ver como una tras otra las jóvenes son conquistadas con precisión matemática e improvisación magistral, chicas que por otro lado tienen una personalidad bastante definida y no el comportamiento aleatorio que nos caracteriza a los humanos (y más a las mujeres). Porque como decíamos el mundo real no se deja vencer tan fácilmente. Las dos temporadas de 12 capítulos dirigidas eficientemente por Shigehito Takayanagi (Galaxy Angel AA,S,X, 2008) tienen una animación tan solo un poco por encima del promedio y una música sin muchos sobresaltos, pero con una narrativa que no deja de sorprender. Aún la chica más difícil puede ser conquistada con inteligencia e interés genuino y con la ayuda de Elsie por supuesto. Desafortunado es, sin embargo, que la serie sea tan solo una parte del manga (escrito por Tamiki Wakaki) que todavía se sigue publicando porque lo que vemos es tan solo una introducción a un universo mucho más interesante. De cualquier manera la historia es innovadora en la forma de resolver el conflicto que se impone y esto la pone por encima del promedio. The World God Only Knows logra transmitir una originalidad que ya la quisieran otras series de mayor presupuesto y renombre.