Dolores que caen
Debo confesar que hoy me duele la cabeza, me dormí relativamente temprano pero todo parece indicar que (de nuevo) estoy en el umbral de una gripe. Mañana tengo programa y estos días me he dedicado a hacer lo que en muchos otros displicente y negligentemente no hice. Con esto en mente les pido a mis nobles lectores que me tengan paciencia y no empiecen a decir luego, luego que si fumé pachulí, que si no la controlo no la consuma, o que invite para la próxima. No, nada de eso, estoy un poco más atontado de lo normal pero en mis cinco sentidos. Puedo hacer el cuatro, me pongo a disposición de cualquier alcoholímetro y extenderé mi brazo (o lo que tenga que extender) para que me hagan el antidoping. Pero uno de verdad, no como los que les hacen a los deportistas profesionales en dónde nunca sale nada y si llegase a salir solo hace falta una segunda prueba para que milagrosamente desaparezca la sustancia prohibida. En los remotos (o re-motos) casos que llegan a castigar (a unos pobres ...